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Comuna 8
Conoce a Doña Martha, un lugar lleno de sabores tradicionales que inspiran y traen los mejores recuerdos.
Doña Martha
Martha Ramírez Mecón
Martha nació en el municipio de San Vicente de Chucurí. Tal vez de allí provienen muchos de los sabores que logran tomar forma a través de sus manos. Con mucho cariño recuerda la época en la que vivía en San Vicente. Cada vez que veían una maicera, le decían a su papá que la llevarían para que la mamá hiciera ayacos.
Precisamente los saberes de la cocina los aprendió de su madre; de mirarla. Poco a poco, a medida que iban creciendo, ella les asignaba tareas en la casa a ella o a sus hermanos. La mamá les solicitaba que ayudaran a moler el café, el cacao o a cocinar. Conoce los secretos de maíz. Prepara chorotas, ruyas, ayacos, tamales, y se siente muy conectada con esta planta.
Hacia diciembre de 1985 llega a Bucaramanga, 6 meses después de que sus padres hubieran salido del municipio. Junto con sus hermanos, llegan a vivir al barrio Kennedy. Algunos trabajaron en aseo, lavando ropa o planchando.
Con el tiempo empezó a trabajar como auxiliar de cocina y a medida que fue perfeccionando su trabajo, se convirtió en la cocinera principal. Tiempo después, hace unos 32 años, empezó a vender empanadas en el Mercado Campesino, cuando quedaba en la cancha. en esa época eran a $500 y vendía 100 unidades el día sábado.
Su oferta de comida se empezó a ampliar cuando tuvieron que desplazar el mercado por 3 meses para la calle 41 con 25. Allá tuvo una experiencia que la motivó a sacar su propio puesto y comenzar a vender mute en olla de barro.
Luego se fueron para el lugar donde se encuentra ubicado actualmente el mercado. Aunque en ese entonces no llegaba mucha gente a comprar, sus clientes eran los mismos vendedores del mercado y su restaurante no tenía techo y tampoco el piso arreglado. Fue poco a poco que lo pudo ir adecuando gracias a préstamos que lograba obtener. Inclusive, en una ocasión se ganó una fracción de lotería que usó para poner latas de zinc para el techo.
Hoy en día cuenta con un restaurante dentro de las instalaciones del Mercado Campesino, que funciona los sábados y domingos. Allí, los comensales pueden encontrar sancocho de chorotas, pollo, gallina, sobrebarriga, carne asada, carne oreada, pescado empapelado, sopa de menudencias, sancocho trifásico, caldo de huevo, caldo de carne y arepa santandereana muy apetecida.
En su fogón se destaca la olla de barro, la cual usa a veces para elaborar el mute, el caldo o los sancochos. Su comida resalta por su sazón, por el amor y por las manos con las que la elabora. También anota que se está perdiendo la cultura, la antigüedad y las tradiciones. Es una mujer convencida de la importancia de salvaguardar la cocina tradicional por los beneficios que trae para la salud, en comparación con la comida industrial que contiene una alta cantidad de químicos y que se hace de manera apresurada y por un interés exclusivo en vender.
Lugar de atenciòn:
Mercado Campesino ASOMERCADE, Barrio Bucaramanga