Doña Lucila

María Lucila Escobar Carrillo

Nacida en el margen de la Sierra Nevada del Cocuy, Doña Lucila es una santandereana de crianza. Su mamá llegó a la provincia Comunera, específicamente a El Hato, municipio donde vivía su abuela, junto con sus cinco hermanos. Al poco tiempo continuaron su camino hacia Bucaramanga donde iniciaría la consolidación de su vida.

Su familia siempre tuvo una relación muy estrecha con la plaza de mercado La Concordia. Su madre vendía frutas y verduras y posteriormente sus hermanas también tendrían puestos de venta, no solo en esta plaza de mercado sino en Guarín, San Francisco y la plaza Central de Bucaramanga.

Desde niña observaba el oficio de la cocina, lo que hacía su madre, pero especialmente hay un recuerdo de una preparación que realizaban en Boyacá denominada angú, la cual fue la base para ir experimentando y perfeccionando la técnica para la elaboración de tamales, desde un proceso que fue empírico.

La venta de tamales la inició hace más de 40 años, con el fin de complementar sus ingresos que obtenía de actividades asociadas a la confección. En esa época cada tamal costaba $30.  Poco a poco fue mejorando su receta, lo que no le llevó mucho tiempo, pero sí le tomó un poco, lograr que el amarre fuera el más óptimo para asegurar la calidad del producto. Esto lo logró gracias a que uno de sus clientes más fieles, un profesor universitario, le comentaba qué le había parecido el producto y cómo podría mejorarlo, lo cual aprovechó Doña Lucila.

Durante la pandemia y por razones de salud, durante un tiempo dejó de asistir a la plaza a  vender los tamales en persona. En su reemplazo suele asistir su hijo y su nuera quienes ya son reconocidos en el puesto y por los clientes.

En algunas oportunidades alguien más ha tenido que arreglar la masa, sin embargo, sus comensales lo notan dado que hay algo, la sazón, el humor o el amor que hace que la comida no quede con la misma consistencia ni sepa igual. Tal como ella misma lo expresa:

¡Será que los hago  con tanto cariño!

Hoy, los tamales son una parte fundamental de su vida. No se concibe sin esta actividad y es ella quien continúa elaborándolos a partir de maíz, maíz. Porque en la ciudad se consiguen muchos, pero pocos que continuen siendo elaborados bajo los procesos manuales y con el uso directo del maíz.

Los tamales de Doña Lucila, se consiguen sàbados y domingos en la Plaza La Concordia.

En la Isla

Sobre la carrera 15, justo bajando el puente que conecta al Centro Comercial la Isla, a partir de las 4:00pm, se encuentra la oferta gastronómica donde la gallina es la protagonista.

Allí llegan Don Hermes y su hermana, quienes hacen parte de la tercera generación en preparar y vender estos productos.

Vendedores, compradores, viajeros y transeúntes se detienen para saborear las preparaciones de esta familia que llevan más de 40 años. Se ofrece pescuezo de gallina, gallina, sopa de arroz con gallina.