Doña Rosa

Doña Rosa  es una mujer oriunda de Guaduas, Cundinamarca y vivió en el departamento del Tolima. Ella ha luchado para sacar a sus hijos adelante y esto lo ha logrado gracias a la cocina y a la venta de animales 

Ella tenía una marranera y se dedicaba a la venta de animales, negociaba cerdos, ganado y gallinas. Traía los marranos de la costa. Los sábados se hacía la sabatina, venta en la calle; los domingos en Rionegro y los lunes en Piedecuesta.

Aprendió sobre el oficio de la elaboración de la lechona, gracias a un señor que venía a la feria de Bucaramanga, cuando esta se desarrollaba en el barrio La Feria. El señor, proveniente del Tolima, un día le solicitó que le arrendará la casa para hacer lechona para venderla en la feria y así fue aprendiendo.

La lechona se elaboraba en horno de barro, era necesario pedirle a un panadero que colaborara con ese paso del proceso. Sin embargo, más o menos hace 25 años cada lechonero empezó a tener sus hornos propios.

Recuerda que fue hace más o menos 20 años que algunos lechoneros empezaron a incluir el pollo en sus preparaciones, esto en gran medida debido a la búsqueda de reducción de costos.

En la Feria tenía un puesto para vender y en otras ocasiones lo hacía por encargo, para fiestas y matrimonios. Antes, también vendía comida para obreros.

Su lechona se caracteriza por ser la más antigua, la de mayor tradición, afirma que también lleva arveja amarilla, es la que está mejor aliñada y la que tiene un menor porcentaje de grasa.

 La tradición de la lechona es especialmente fuerte para el 24 y 31 de diciembre. Tanto así que no se consiguen carros para llevar los pedidos y los consumidores se ven obligados a bajar hasta el barrio.

Buena parte de su familia se ha involucrado para mantener el legado vivo.

Considera que hay que conservar la cocina tradicional porque antes, con la cocina tradicional se comía mucha más verdura.

Lugar de atenciòn:

Lechona Tolimense Doña Rosa, Cr2 26-54, Barrio La Feria